Hacia donde la vida nos lleve

El mundo había dejado de girar, pero tú y yo seguimos en pie, bailando. Porque qué mejor manera de despedirnos que con un movimiento al compás del sonido del viento levantándome la falda. Tú y yo sobre las ruinas de nuestros recuerdos Tú y yo creyendonos eternos cuando el final ya era una certeza. Pero con tu movimiento de manos recorriendome el límite entre el norte y el sur de mi cuerpo, tus labios trazando una línea perfecta alrededor de mis labios y yo con la cabeza en todas partes, menos sobre mis hombros me creía eterna y te hice eterno a ti también. Quién me iba a decir que después de sentirte tanto y hacerme adicta a tu tacto ibas acabar obligandome a no sentirte a cada rato. Viniste, plantaste tu bandera en mi cintura, me hiciste tuya y me convertiste en receptora de tus besos y adicta a tus “te quiero, pequeña”. Ya no me quedan ideas sigo sin saber como deshacerme de tu recuerdo pienso recapacito y medito para intenta...