Las ruinas del amor

Deseé hasta mi último suspiro que volvieras a formar parte de mi vida, pero todas mis
esperanzas se desvanecieron. Dejé de creer en que “El tiempo todo lo cura”. Te sentía tanto,
y me hacías tanto daño que por cada dos pasos que daba tú me hacías retroceder uno.

Llegó un momento en el que me quedé en bancarrota de ilusiones y pobre de sonrisas.
Me dejaste ciega, cariño. No sé si fuiste tú o el vacío que te dejé en mi para que no te fueras,
procuré abrir los ojos, mirar hacía delante pero tú estabas en frente y me tapabas la vista.
Fuiste mi mayor tormento, durante todos estos meses mi cabeza no ha sabido hacer otra
cosa que reinventarte.

En mil y una ocasión quise desahuciarte, pero al comprobar que tu resistencia era mayor a
mis fuerzas decidí dejarte, creí que en algún momento te irías solo.
Te olvidé a base de lágrimas y un falso disfraz, ese que me hice a medida, con el que
convencí al mundo de que al fin había logrado salir del abismo, nada más lejos de la realidad.
Quizá exagero, quizá me tomé demasiado en serio tu marcha hacía mundos desconocidos,
de los que yo ya no formaba parte. No sé. Pero me sorprendió mi actitud ante esto.
Subestime mis fuerzas y tú me bañaste con la realidad. Una realidad triste y amarga.
Al fin puedo verte como lo que eres, ya no te idealizo, comprendí que tenía que aprender a reír
sola, busqué mis ganas de vivir, invertí en ilusiones y gané.

No negaré lo evidente, aún te pienso,
a ratos,
pero ya no dueles.



Comentarios

  1. Las ruinas del amor...muy evocador tu relato, un poema valiente de persona fuerte ante la adversidad. Y ¿Sabes qué? Es tu facilidad para expresarte lo que te ayuda a levantarte una y otra vez. Escribes muy bien, pasaré por aquí más veces. Abrazos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Visitas

Seguidores