Entradas

Mostrando entradas de julio, 2015

Un corazón donde refugiarse

Imagen
Podríamos decir que él es esa melodía que jamás te cansas de escuchar. El que te quita el miedo con palabras, y te quita las palabras con su música. El que me leyó entre líneas, y vio en mi mirada un sueño  [sin cumplir.] Y quiso acompañarme  y hacerlo realidad. Permitidme deciros, que él siempre es y será  un lugar donde refugiarse. Que sus palabras  son el mejor sitio donde estancarse, y que su corazón  es donde siempre  querré estar  cuando no sepa adonde ir. Tú, compañero,  sinónimo de emoción, inteligencia y sentimiento, te has convertido, te he convertido, eso da igual; en poesía. Aunque dudo que este poema pague las deudas que a día de hoy tengo contigo.

Un final sin amor

Imagen
Me hablaban de lo que, A veces, Dolía amar, Me decían que era como si mil pistolas te apuntaran y todas ellas te dispararan una tras otra, que era peor que ahogarse en mitad de una mar de dudas, me hablaron de lo que suponía amar y que no te amasen. Y sonreía, creyendo que los débiles eran ellos, por no ser más fuertes que la vida, pensaba que todo era producto de su imaginación, que ningún corazón era capaz de soportar tanto dolor.  Pero el mundo me contestó a todas esos escepticismos, Me hizo ver, sentir y sufrir hasta que caí rendida ante él, por un sentimiento que fue más grande que mis fuerzas, me sentí pequeña entre tanto gigante, sentía que por cada paso que daba, ellos daban mil, haciendo los míos insignificantes. Morí, me mataron, y maté,  Reviví, me revivieron y salvé corazones que estaban al borde del abismo.  Al recorrer las calles y andar entre la multitud, al tiempo comprendí que el corazón, que un día latía al compás de otro, había dejado de hacerlo, se había convertido

Tiempo muerto

Imagen
Mil poemas sin acabar, versos que quieren gritar, expresar el sinsentido de unas estrofas que son pura soledad. En cada rima era posible visualizar la impotencia de quien era poesía y estaba vacía. El silencio de un corazón  que se regía por la cantidad  de letras que escribía. La necesidad de parar y que tus ganas te obliguen a avanzar.  Un continuo quiero, pero no puedo. Olvidarte de respirar  porque tu prioridad es continuar. Pero llega un momento que vas tan tan rápido  que se te olvida  adónde quieres llegar. Pero es que cuando ves que estás matando el tiempo, que inviertes en algo que no te llena, y pierdes felicidad, el corazón te susurra: Para.

Visitas

Seguidores