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Mostrando entradas de agosto, 2015

Esperanzas de fuego

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Andaba descalza en mitad del incendio, en un campo vestido de fuego que alcanzaba el cielo. Había deshojado cada flor que nació del recuerdo, esperando que dijera que sí, que sí la quería. Y cuando se acabaron los pétalos  y las esperanzas le preguntó  al viento cuántos errores harían falta cometer para dar con el acierto, pero sólo encontró  como respuesta el silencio.

Septiembre

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Te creías que podías tener  el mundo a tus pies, y a mí detrás de la puerta, pero de repente llega la tormenta y acaba con lo que te atormenta, dejas de ser tú y ya nada te interesa. Basta de sueños rotos, de heridas sin cicatrizar y miles de esperanzas alimentándose de todo lo que nos quedó de la guerra. Que va a llegar septiembre y tal y como venga, yo saldré por esa puerta. Sin un hasta luego, porque esta madrugada en este poema firma tu sentencia.

Atardeceres

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Quizás no sea la solución  a esta ecucación, quizás soy el fuego que te hace convertirte en cenizas, quizás soy tu mala suerte, el error de tu vida, la duda que te atormenta, y el miedo que te paraliza. Pero algo sí te puedo prometer, seré una de esas personas, que se convierten en cicatrices, las que se quedan para siempre en ti, y podrán pasar una eternidad pero jamás desapareceré. Estaré toda la vida en tu piel, seré la cicatriz que cuente la historia de cómo te rompiste por primera vez.

El último disparo

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Era de noche y mi corazón había recordado esas veces, en las que pensar en no tenernos era una completa locura. Y míranos ahora, cada uno con planes de futuro diferentes sin el propósito ni el compromiso de decirnos adiós. Pero me he dado cuenta que para ti despedirte es un reclamo, cuando parece que sabes que no te quiero de vuelta, vuelves como si jamás te hubieras ido. Es por eso que así no acabará esta carta de despedida, fuimos más de lo que estos versos podrán mostrar jamás. Fuimos dos personas viviendo una historia asumiendo todos los riesgos de acabar heridos, pero es que, amor, tú y yo ahora somos los restos del otro. Somos cicatrices con ganas de llorar cada vez que nos recordamos. Somos un viaje de ida y vuelta continuo hacia ningún destino porque no sabemos adónde ir, nos dejamos y aún seguimos perdidos en la inmensidad de un mundo que nunca nos esperó. Hemos hecho paradas en decenas de estaciones, algunas llegan a

Cerrado por derribo

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Tiembla el corazón, palpita y de repente deja de latir, es un ir y venir que le consume. Tiembla al ver un futuro incierto  con sentimientos que dan miedo. Somos tan de desaparecer cuando queremos estar que ya nada le da seguridad. Ningún suspiro lo libera de su tortura, la vida no le da tregua, pero es que él grita intentarlo una vez más. Apuesta por una historia sin final. Nosotros,  tan cobardes como siempre huímos sin escuchar como el corazón grita que este sufrimiento  merece vestirse  alguna noche de felicidad. Dibujo de:  @albaricoque_agc

La última corazonada

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El destino nos ha concedido la última oportunidad de bailar al borde del abismo. Nos ha demostrado que somos capaces de presenciar el amanecer y no convertirnos en cenizas, nos ha dejado mirarnos a los ojos y leernos el corazón. Pero no creo que la suerte esté dispuesta a estar siempre de frente, recordándonos cada vez que nos alejamos que nos estamos rompiendo. La vida nos amenaza con irnos y no volver, pero es que el corazón está harto de tanto dolor, se debate entre luchar una vez más o gritar que hasta aquí ha podido llegar.

Jamás dejaremos de ser

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El mundo afirmaba con cada silencio que todo lo que fuimos, aún  lo seguíamos siendo. El mundo gritaba un sí por cada no  que nosotros decíamos susurrando. El mundo que nos había acompañado en nuestras noches más tristes y desoladoras, en las que nuestro único motivo de insomnio era buscarle un sentido  a lo que nos estaba rompiendo. El mundo testigo de nuestros  errores, fracasos y dudas sabía mejor que nadie, que lo nuestro no había terminado, que el corazón estaba preparado  para comenzar una nueva batalla. Que no habría victoria sin dolor. Ni amor sin un corazón valiente.

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