El abismo del poeta sin corazón

Buenas tardes, aquí os dejo una colaboración con Marina de Retales de tinta . Aquí están sus respuestas, las mías podéis encontrarlas en su blog. Todos Mis Futuros son Contigo- Marwan: ¿De qué autor leerías todo lo que publicara? Esa autora, en este caso, sería Loreto Sesma. Natalia me dijo que a ella le encantaba y desde entonces soy adicta a leer sus poemas y tengo muchísimas ganas de comprarme sus libros. Naufragio en la 338- Loreto Sesma: ¿Cuál es tu naufragio? Me costó pensar en la respuesta a esta pregunta, pero en realidad la tengo muy clara. El futuro. Es un tema que me hace sentir perdida porque no sé qué estaré haciendo de aquí a unos años. No sé qué estaré estudiando, ni si conservaré a mis actuales amigos, ni si me irá bien y todo eso me crea una sensación de vértigo y miedo enorme. Así que el futuro es mi naufragio. Grecia- Irene X: ¿Qué poema te llevó lejos? Hay muchos poemas que me llevan lejos, que me hacen soñar y evadirme pero este es uno que pe...

Me he perdido; no le encuentro sentido a mi destino. Ninguno de los poemas que he escrito me han servido  para trazar mi recorrido  en el mapa  que me cedió la vida. Quizás se han acabado los caminos  y ahora únicamente  me encuentro en un callejón                                    [sin salida] y el cielo en lugar de ser la libertad  son más rejas  disfrazadas de estrellas. Las paredes cada vez son más                                    [estrechas] y yo voy haciéndome  más pequeña. Solo soy un barco de papel que se hunde  en una copa medio llena que rebosa de alcohol y de pena; Pasa el tiempo, el hielo se derrite y la copa explota, el barco se ha desecho y ya solo quedan sus restos.

Era feliz, lucía un vestido ajustado a cada curva de su cuerpo, con la sonrisa siempre  por encima de toda pena. Andaba deprisa, porque iba detrás  de cada sueño que perseguía. Con esas alas que embellecían el cielo, y la hacia aún más preciosa, porque joder, era libre. Esos brazos que eran el descanso de cualquier despistado y esas ganas que le ponía hasta a la mañana más gris y oscura. Era perfecta y ella no lo sabía, pero desde mi ventana y en silencio siempre se lo susurraba. Con cada mirada  le decía que era el mejor truco de cualquier mago, el milagro  de quien no tiene esperanzas y el mejor verso que la poesía ha dado. Ella era una rosa en un campo de flores marchitas, todo lo que siempre quise y nunca pensé que mereciera.

Llega un momento en la vida de un poeta en la que  se para enfrente  de todas las hojas  que un día, una tarde o una noche convirtió en arte, en su refugio, el último lugar donde acuden los que bombean letras en vez de sangre.   Y esta madrugada las musas me han concedido esa oportunidad, esta noche pude leerme con los ojos de una niña pequeña y me di cuenta de lo rotos que se veían mis versos, incluso únicamente leyéndolos  era capaz de visualizarlos sangrando. Y en todos estos años en los que te he dado una parte de mí, en los que te he dedicado todos los poemas de dos primaveras, el mundo se ha dejado la voz diciéndome cada noche que parase, que este poder mío de convertirte en vocablo  lo único que lograba  es que jamás  me deshiciera de tu recuerdo.

Concédeme el último baile, la oportunidad de despedirme antes de caer al abismo  y alzar el vuelo. Te prometo, que en el último giro antes de que la música calle cuando te vuelvas para mirarme ya no me podrás ver, porque me habré ido. Y la única manera de encontrarme será en tu recuerdo, porque no habrá otra solución  para esta ecuación  que nos hizo perder el tiempo. Depositamos todos nuestros sentimientos en un callejón sin salida, creímos que podríamos derribar  ese muro de acero  que nos impedía decirnos  lo que siempre nos quisimos. Pero la vida no cedió, y nosotros  después de estos dos inviernos no nos quedaban fuerzas para intentarlo hasta morir. Le quito la oportunidad a la poesía  de despedirte una vez más. Esta vez soy yo, la que, como alguien que te quiso, te digo un adiós con tanta ilusión como miedo. Nos lo merecemos.