Volver
Todo empezó a perder el control que yo con mi
miedo había impuesto, y dispuesta a ordenarlo de nuevo, me cogiste de la mano,
aunque te sentí en el pecho, y me enseñaste a vivir en una continua tempestad,
a disfrutar del caos y hacerlo mío, me repetiste mil veces que caminara con
calma entre todas las ruinas, que aquello seguiría ahí cuando decidiera volver.
Así fue como me anclé a tu cuello y decidí adentrarme temblando y despacio en un corazón que hace tiempo olvidaron. Volví a mí, a mi dolor reconstruido y a mi palpito incansable. Cesaste todo huracán perdido y me acompañaste en la aventura que me suponía devolver a mi vida el latir de ese corazón que no hace tanto se encontraba derrotado.
Tras tantas noches sin aliento aprendí a
quererte sin vivir continuamente buscando una salida de emergencia.
Y te cedí mis sábanas, mi cuerpo y mis bares.
Y te cedí mis sábanas, mi cuerpo y mis bares.
Lo siento como un diálogo personal, como una autosalvación. Un gusto volver a leerte Naty.
ResponderEliminarDulces besos y dulce última semana del año.
Estás en lo cierto, es como el reconocimiento social de haber sentido o algo o estar sintiéndolo y aceptarlo.
EliminarEs un placer volver a verte por aquí!
Mil gracias como siempre por volver.
Una vez acogido en las sábanas, solo queda una guerra sin cuartel...;)
ResponderEliminarExacto, Alfred!
EliminarMil gracias por comentar, nos leemos pronto♥
Me encanta como todo lo que escribes ♥
ResponderEliminarMe alegro un montón de que hayas vuelto porque es uno de mis blogs favoritos, y acabo de ver que has estado en el mío y me ha entrado mucha emoción, jajaja
Sigue subiendo por favor!
Ay dios mío, a mí sí que me ha hecho muchísima ilusión leer tu comentario. Espero que nos sigamos leyendo durante mucho tiempo♥
EliminarPrecioso, muy precioso.
ResponderEliminarQué bueno es dejarse llevar, si encima sirve para superar miedos, ya es doble gusto.
BEsos.
A veces es necesario, muchas gracias por tu comentario y por leer el texto, cielo♥
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