Piedra, papel o corazón

Y sin preguntarme, pusiste el corazón encima de la mesa, y encima de la cama una carta en la que me decías que dejabas esta vida en manos de quien pudiera controlarla, que no querías seguir viviendo una historia que no estaba hecha a tu medida. Estalló el cielo, resurgió la pena y volvió el recuerdo para darle un sentido a tu miedo. Me dejaste todo lo que eras sin avisarme, te fuiste de la vida que habíamos construido rompiendo todas las promesas, desencadenando un huracán más grande que todos los problemas. Dejando miles de historias sin acabar y cambiando cada sonrisa por un motivo para odiarte.