Bienvenido a tu destierro

Esa sutil indirecta fue la que cambió para siempre y de todas las maneras la vida que habíamos vivido hasta el momento.

Yo decidí actuar como si tu decisión me hubiera hecho más fuerte mientras que tú fingiste pisar sobre un terreno donde nunca antes habías llegado porque yo te obligué a permanecer conmigo.

Siempre me pareció que te adentraste en el mismo infierno, mientras que para ti eso era lo más parecido al placer que habías conocido.

Tú andabas sonámbulo por la vida,sin saber qué hacer, guiado únicamente por la sensación que te suponía esa “libertad”, mientras que yo vivía en una auténtica pesadilla, día tras día, lágrima tras lágrima.

Dudo que fueras todo lo que transmitías, tus actuaciones tenían siempre una intención oculta, hasta hace poco, querías ver en mí una reacción, pero tuve que contenerme todo el tiempo para no explotar como una bomba de relojería.

Decidiste llevar un camino opuesto al mío, supongo que por miedo a cruzarte conmigo y tener que enfrentarte a tu pasado, para ti estar solo nunca fue agradable, necesitabas una sustituta y no tardaste en encontrarla. No sé si la vida me condenó a ésto, pero me dio la oportunidad de saber que tú merecías alguien que te quisiera, y yo alguien a quién querer. Tarde o temprano eso llegaría.

Siempre pensé que yo estaba pero no me sentía sola, llegué a comprender que la soledad también puede llegar a ser el mayor de tu condena o tu salvación depende de la manera en la que te lo tomes.

Esta noche mis palabras no me dejan que las disfrace con metáforas ni una realidad diferente a la que hoy se ha plasmado aquí. Hoy la realidad se hace protagonista de nuestra historia.

Tú lo creaste sin poner fecha de caducidad, dejando que el destino fuera el que pusiese punto y final, en cambio yo preferí pensar que ese día para mí no estaba muy lejos. 

Me equivoqué, y el destino me hizo pagar todo el daño que te hice.

Desde hace tiempo decidí levantarme por mí y no por ti, es hoy cuando he llegado a la conclusión de que no quiero volver a escribirte, no te quiero convertir más en poesía.