Y entre tanto se escapó su suspiro

Y la niña sentada en un rincón del inmenso patio se preguntaba por qué a ella siempre la escogían la última para jugar, por qué no la podían querer igual que el resto de sus compañeros. No entendía por qué extraña razón las personas le daban la espalda, no la miraban y no la escuchaban cuando hablaba. ¿Seré invisible?- Se preguntó. Mira asustada a un mundo al que no pertenece, en el que no la incluyen, en el que no se ve representada. Tiembla y asoma en su mirada un mar de inseguridades, tan solo necesita no tener que buscar un escondite cada recreo para alejarse de bocas que solo la apuntan y lanzan mentiras. Cada mañana suena el despertador y como alguien que desea ir al colegio, se levanta y camina. Toca el timbre y cada día inventa una excusa que no dirá a nadie, para salir la última al patio y restarle minutos a la soledad, con la mirada anclada a la libreta en blanco evita tropezarse con los murmullos y las críticas que llevan su nombre. Sale del colegio y con la...